Un año más el primero de Noviembre
esperaba la salida en Rosario de Nuestra Señora del Carmen Coronada, luto y
oración por las almas de tantos y tantos hermanos e hijos que partieron a su
lado. Tras la Eucaristía una larga fila de velas se abría paso por las calles
de la feligresía que tras cruz parroquial marcaba el inicio del cortejo,
estandarte y presidencia antes de que el cuerpo de ciriales abrieran paso al
trono de Nuestra Sagrada Titular que entre cuenta y cuenta del rezo del Santo
Rosario era acompañada una vez más por los sones de la Banda de Música de la
Archicofradía de la Expiración. En torno a las 22 horas llegaba al templo y concluía dicho ejercicio de oración.
Foto:AzulyPlata
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