El pasado viernes en nuestra sede
canónica, la Iglesia del Carmen se presentaba el cartel que anuncia la
inminente llegada de los días más esperados para nuestra Archicofradía. Una vez
más, José Antonio Jiménez Muñoz nos pintaba a la Señora, la presentación corrió
a cargo del periodista Antonio Márquez, cofrade y mariano glosó una excelente
presentación cargada de cariño hacia la Reina del Carmelo.
El propio artista, se detiene
ante la obra y nos relata las técnicas y las palabras que dirigió momentos
después de que se descubriera la obra.
Se presenta una nueva obra con
las técnicas propias de la cartelería. Una obra de fácil lenguaje, de lectura
rápida y provista de texto. El color jugará un papel fundamental a la hora de captar
la atención al receptor.Se trata de una pintura realizada en tabla, como
soporte, con unas medidas verticales de 61 x 125cm. La técnica empleada es
mixta (acrílico, rotulador y óleo), sobre base de imprimación pictórica
coloreada. Para los trazos de dibujos se opta por la sanguina dejando
entrever en el acabado final de la obra.
El cártel deja un margen marfil
por todo el perímetro exterior, simulando aquellos que se dejaban en las
antiguas serigrafías, proporcionando de ésta forma “aire” a la obra, así como el juego de
positivos y negativos. La rotulación también se presenta en esta tonalidad
marfil y como fondo de la misma se utiliza una tonalidad rojiza, coral (El
pintor se inspira en los colores del hábito carmelitano, sustituyendo el marrón
por el coral. Con el fin de captar la atención mediante el empleo de
primarios).
En la parte inferior de la obra aparece el texto que
define de forma clara y contundente el motivo del cartel. “Carmen de Málaga,
Málaga del Carmen, julio 2015”, quedando franqueadas por dos escudos de la
orden carmelita. Un juego de palabras utilizados desde la antigüedad, “Tanto
monta, monta tanto”, donde se deja ver que la imagen representada es la
devoción mariana por antonomasia de la ciudad. Éste texto se repite nuevamente
de forma simbólica, una reiteración de lo ya dicho en la grafía, mediante el
uso similar de tinta plana y tonalidad, en las partes superpuestas del santo
escapulario que sostiene la Virgen entre sus manos. (El escudo del Carmen y el
Ave María como metáfora dualista de las siglas de nuestra ciudad MA).
El resto de la obra se realiza
con un procedimiento totalmente distinto al anterior, donde se sustituye la
técnica del agua por la del aceite. Un
tratamiento de luces y pinceladas más característicos del autor de la obra.
La imagen representada es Nuestra Señora del
Carmen ataviada de reina sobre el azul intenso del cielo de Málaga. La imagen
se gira levemente para alcanzar los tres cuartos. La composición es centrada y
equilibrada, pudiéndose descomponer en tres formas básicas (Círculo, triángulo
y rectángulo). Dos diagonales y paralelas que convergen en el rostro de la
Santísima Virgen. A un lado el niño Jesús y al otro el Cetro y el Escapulario. (Las
dos cosas que nos entregó a los hombres para alcanzar nuestra salvación). La
obra queda rematada con la circunferencia que describe el resplandor de la
corona de Coronación, pisando la Cruz final sobre la línea de maquetación.
Sobre la multitud de medallas y
joyas, el autor añade el anagrama del puente sobre el brazo derecho, regalo de
la cofradía de los Dolores del Puente con motivo de su coronación ( Las dos
imágenes se coronaron el mismo año y el autor siente especial cariño por ambas
imágenes marianas).
¿Otro cartel para el Carmen?
Acojo lleno de ilusión cada uno
de los encargos de la archicofradía. Si, otro. Un total de seis, cinco de ellos
para dicha corporación incluyendo la ornamentación de embocadura y camarín. Son once años al
servicio de la devoción Mariana más arraigada en nuestra ciudad. Mi Virgen del
Carmen.
Una apuesta, el conocimiento de
la palabra Hermandad, confianza y fidelidad. Por ello hoy quiero expresar mi
gratitud a todos vosotros, a los de ahora y a los de antes.
Sería en el año 2003, a orillas
del Darro donde me presentaran por primera vez al entonces Hermano Mayor, Pedro
Damián Jiménez. La poca prudencia he inmadurez propias de la edad, me hicieron
preguntar sobre el cartel de una Coronación Canónica ya anunciada. Tras recibir
como respuesta el nombre de otro pintor respondí sin dilación “seguro que os
hace una gran obra, pero yo lo haría con más cariño”. Un ofrecimiento que nació
de la pureza del corazón y que estoy completamente seguro de que la Santísima
Virgen también depositó en el corazón de su Hermano Mayor. No hubo más
palabras, hasta que transcurrido un tiempo recibí la grata visita corporativa
en mi casa de Benalmádena, con el objetivo de formalizar tan importante
encargo. Pedro, Juanma, Ramonxu, entre otros. Gracias por aquella apuesta en un
mero estudiante de Bellas Artes que amaba a la Virgen del Carmen.
Dos años después recibo la
propuesta de ornamentación del camarín, una idea que también fue barajada entre
varios artistas. Año y medio de trabajo con algunas interrupciones. Nunca
olvidaré aquel día donde recibí éste, el Santo Escapulario junto a un
portafotos con la imagen de Ntra. Sra. del Carmen.
Durante el transcurso de las
obras del camarín, acude el Hermano Mayor nuevamente a mis manos, un nuevo
cartel que no me correspondía pero que asumí en pocas semanas por el amor a la
Virgen. ¿Qué no hay cartel para el Carmen?, Dos metros de cuadro en desagravio.
En 2010 recibiría a manos del
actual Hermano Mayor, Ángel Calles Mata, el cartel de salida procesional. Dijo
mi presentador Francisco Pomares “Tres veces te han llamado, tres veces has
dicho sí. Es la Virgen quien te llama”.
Dice el refranero del pueblo, “Si
no está para ti... ni aunque te pongas; si está para ti... ni aunque te
quites”.
Pinte quien lo pinte y por
títulos universitarios que atesore, siempre seré conocido en el mundo cofrade
malacitano, como el pintor del Carmen. Algo que me llena de emoción y orgullo,
así como ser el vestidor de Ntra. Sra. de los Dolores, la del puente.
Un devoto del Carmen, ni más ni
menos. Como los miles que se acercan a tus plantas, lo sé porque los he visto y
porque he permanecido junto ti. No Hermano de tu archicofradía, pero con el
mismo trato que si lo fuera, no pocas veces me han dicho tus hijos “Tu, eres de
la casa”. Una cuota que gasto cada año en las mesillas y en escapularios para
regalar, en ocasiones para amigos y otras bajo la misericordia de la última
hora.
El Carmen no es una moda, es la
devoción centenaria del pueblo llano que le pide, de aquellos que abandonan la
tierra para adentrarse en la aguas salobres o celestiales.
No creo equivocarme si digo lo
que todo el mundo sabe,
¡Málaga es del Carmen y el Carmen
es de Málaga!
¡¡ Viva la Virgen del Carmen!!
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