31 de mayo de 2015

Una nueva obra de José Antonio Jiménez para anunciar nuestra salida procesional

El pasado viernes en nuestra sede canónica, la Iglesia del Carmen se presentaba el cartel que anuncia la inminente llegada de los días más esperados para nuestra Archicofradía. Una vez más, José Antonio Jiménez Muñoz nos pintaba a la Señora, la presentación corrió a cargo del periodista Antonio Márquez, cofrade y mariano glosó una excelente presentación cargada de cariño hacia la Reina del Carmelo.

El propio artista, se detiene ante la obra y nos relata las técnicas y las palabras que dirigió momentos después de que se descubriera la obra.

Se presenta una nueva obra con las técnicas propias de la cartelería. Una obra de fácil lenguaje, de lectura rápida y provista de texto. El color jugará un papel fundamental a la hora de captar la atención al receptor.Se trata de una pintura realizada en tabla, como soporte, con unas medidas verticales de 61 x 125cm. La técnica empleada es mixta (acrílico, rotulador y óleo), sobre base de imprimación pictórica coloreada. Para los trazos de dibujos se opta por la sanguina dejando entrever  en el acabado final de la obra.

El cártel deja un margen marfil por todo el perímetro exterior, simulando aquellos que se dejaban en las antiguas serigrafías, proporcionando de ésta forma  “aire” a la obra, así como el juego de positivos y negativos. La rotulación también se presenta en esta tonalidad marfil y como fondo de la misma se utiliza una tonalidad rojiza, coral (El pintor se inspira en los colores del hábito carmelitano, sustituyendo el marrón por el coral. Con el fin de captar la atención mediante el empleo de primarios).

En la parte  inferior de la obra aparece el texto que define de forma clara y contundente el motivo del cartel. “Carmen de Málaga, Málaga del Carmen, julio 2015”, quedando franqueadas por dos escudos de la orden carmelita. Un juego de palabras utilizados desde la antigüedad, “Tanto monta, monta tanto”, donde se deja ver que la imagen representada es la devoción mariana por antonomasia de la ciudad. Éste texto se repite nuevamente de forma simbólica, una reiteración de lo ya dicho en la grafía, mediante el uso similar de tinta plana y tonalidad, en las partes superpuestas del santo escapulario que sostiene la Virgen entre sus manos. (El escudo del Carmen y el Ave María como metáfora dualista de las siglas de nuestra ciudad MA).

El resto de la obra se realiza con un procedimiento totalmente distinto al anterior, donde se sustituye la técnica  del agua por la del aceite. Un tratamiento de luces y pinceladas más característicos del autor de la obra.

La imagen representada es Nuestra Señora del Carmen ataviada de reina sobre el azul intenso del cielo de Málaga. La imagen se gira levemente para alcanzar los tres cuartos. La composición es centrada y equilibrada, pudiéndose descomponer en tres formas básicas (Círculo, triángulo y rectángulo). Dos diagonales y paralelas que convergen en el rostro de la Santísima Virgen. A un lado el niño Jesús y al otro el Cetro y el Escapulario. (Las dos cosas que nos entregó a los hombres para alcanzar nuestra salvación). La obra queda rematada con la circunferencia que describe el resplandor de la corona de Coronación, pisando la Cruz final sobre la línea de maquetación.

Sobre la multitud de medallas y joyas, el autor añade el anagrama del puente sobre el brazo derecho, regalo de la cofradía de los Dolores del Puente con motivo de su coronación ( Las dos imágenes se coronaron el mismo año y el autor siente especial cariño por ambas imágenes marianas).

¿Otro cartel para el Carmen?

Acojo lleno de ilusión cada uno de los encargos de la archicofradía. Si, otro. Un total de seis, cinco de ellos para dicha corporación incluyendo la ornamentación de  embocadura y camarín. Son once años al servicio de la devoción Mariana más arraigada en nuestra ciudad. Mi Virgen del Carmen.

Una apuesta, el conocimiento de la palabra Hermandad, confianza y fidelidad. Por ello hoy quiero expresar mi gratitud a todos vosotros, a los de ahora y a los de antes.

Sería en el año 2003, a orillas del Darro donde me presentaran por primera vez al entonces Hermano Mayor, Pedro Damián Jiménez. La poca prudencia he inmadurez propias de la edad, me hicieron preguntar sobre el cartel de una Coronación Canónica ya anunciada. Tras recibir como respuesta el nombre de otro pintor respondí sin dilación “seguro que os hace una gran obra, pero yo lo haría con más cariño”. Un ofrecimiento que nació de la pureza del corazón y que estoy completamente seguro de que la Santísima Virgen también depositó en el corazón de su Hermano Mayor. No hubo más palabras, hasta que transcurrido un tiempo recibí la grata visita corporativa en mi casa de Benalmádena, con el objetivo de formalizar tan importante encargo. Pedro, Juanma, Ramonxu, entre otros. Gracias por aquella apuesta en un mero estudiante de Bellas Artes que amaba a la Virgen del Carmen.

Dos años después recibo la propuesta de ornamentación del camarín, una idea que también fue barajada entre varios artistas. Año y medio de trabajo con algunas interrupciones. Nunca olvidaré aquel día donde recibí éste, el Santo Escapulario junto a un portafotos con la imagen de Ntra. Sra. del Carmen.

Durante el transcurso de las obras del camarín, acude el Hermano Mayor nuevamente a mis manos, un nuevo cartel que no me correspondía pero que asumí en pocas semanas por el amor a la Virgen. ¿Qué no hay cartel para el Carmen?, Dos metros de cuadro en desagravio.

En 2010 recibiría a manos del actual Hermano Mayor, Ángel Calles Mata, el cartel de salida procesional. Dijo mi presentador Francisco Pomares “Tres veces te han llamado, tres veces has dicho sí. Es la Virgen quien te llama”.

Dice el refranero del pueblo, “Si no está para ti... ni aunque te pongas; si está para ti... ni aunque te quites”.


Pinte quien lo pinte y por títulos universitarios que atesore, siempre seré conocido en el mundo cofrade malacitano, como el pintor del Carmen. Algo que me llena de emoción y orgullo, así como ser el vestidor de Ntra. Sra. de los Dolores, la del puente.

Un devoto del Carmen, ni más ni menos. Como los miles que se acercan a tus plantas, lo sé porque los he visto y porque he permanecido junto ti. No Hermano de tu archicofradía, pero con el mismo trato que si lo fuera, no pocas veces me han dicho tus hijos “Tu, eres de la casa”. Una cuota que gasto cada año en las mesillas y en escapularios para regalar, en ocasiones para amigos y otras bajo la misericordia de la última hora.  
El Carmen no es una moda, es la devoción centenaria del pueblo llano que le pide, de aquellos que abandonan la tierra para adentrarse en la aguas salobres o celestiales.

No creo equivocarme si digo lo que todo el mundo sabe,

¡Málaga es del Carmen y el Carmen es de Málaga!


¡¡ Viva la Virgen del Carmen!!



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